Una de las últimas bodas del pasado año llegó a ser una de mis favoritas. Es la boda de mi amiga María, conocida nutricionista y que con pareja cordobesa decidieron con mucho acierto celebrarlo en esa fantástica ciudad. Tras una acojedora fiesta la noche anterior en uno de los espectaculares patios andaluces de la ciudad, la novia se preparó en la azotea de un conocido hotel en pleno casco histórico. No podíamos dejar pasar la oportunidad de hacerle unas fotos con la ciudad al fondo y los patios y jardines del hotel antes de salir disparados al cortijo de La Vieja Cigarra. Una maravilla de lugar para celebrar la ceremonia y el cóctel al aire libre, fundamental para que pueda conseguir fotos más naturales y espontáneas al poder moverme con libertad y pasar desapercibido. Para evitar los calores andaluces la boda se celebró ya tarde y la noche se nos echó encima. Siempre prefiero las fotos de día pero al final salieron unas fotos de pareja muy bonitas y donde los novios siempre aprovechan para relajarse y tener un rato a solas entre tanto tiempo que se pasa con los invitados.